Teléfono: +86 576 8880 5030
Correo electrónico: sales@peekchina.com
Desde 2008 fabricante chino de estándares PEEK

En la selección de materiales para sustituir acero por plástico, a menudo se pasa por alto un principio fundamental: el rendimiento del material no debe evaluarse solo por valores absolutos. En realidad, no se compara quién es "más fuerte", sino quién puede soportar más carga y mantener mayor rigidez con el mismo peso. Aquí es donde entran la resistencia específica y la rigidez específica.
El acero suele tener una resistencia de 400–1000 MPa, mientras que los plásticos de ingeniería se sitúan entre decenas y unos pocos cientos de MPa. Sin embargo, al considerar la resistencia por unidad de peso, el resultado cambia.
La densidad de los plásticos es de 1,0–1,5 g/cm³, frente a 7,8 g/cm³ del acero. En diseños ligeros, la limitación real es el peso, no solo la resistencia.
Con la misma masa, los plásticos permiten mayor volumen, lo que implica:
mayor momento de inercia (mejor rigidez);
mayor área de carga (mejor resistencia).
Por ello, la sustitución del acero por plástico debe basarse en:
resistencia específica = σ / ρ;
rigidez específica = E / ρ.
La resistencia específica define la carga máxima por unidad de peso.
La rigidez específica determina la deformación a igual peso, clave en soportes, carcasas y estructuras.
El plástico no es "más fuerte", sino "suficientemente fuerte al ser más ligero". La sustitución no es geométrica, sino estructural.
Un soporte de 1 kg:
acero: 0,13 L;
GF-PA6: 0,74 L.
El aumento de volumen permite nervaduras y refuerzos, logrando igual rendimiento con una reducción de peso del 60–70%.
La sustitución del acero por plástico se basa en un mejor rendimiento específico, no en imitar el acero.